El xilitol en la vida diaria
El xilitol es un edulcorante que generalmente se extrae de plantas naturales y se usa ampliamente en la práctica clínica, como hipoglucemiante para pacientes con diabetes, tratamiento auxiliar para pacientes con hepatitis, etc. Además, el xilitol también se puede utilizar para elaborar otros azúcares, como salsa de soja y refrescos. Si bien su uso está muy extendido, no se recomienda consumirlo en grandes cantidades, ya que su consumo excesivo puede tener efectos adversos en el sistema digestivo, el sistema respiratorio, la piel y otros aspectos del cuerpo.
1. Sistema digestivo
La ingestión de xilitol puede alterar la presión osmótica del intestino delgado, alterar el pH intestinal y descomponer sustancias en el intestino, reduciendo así la carga digestiva en el tracto gastrointestinal. Sin embargo, el xilitol no se descompone en el organismo y se excreta con productos metabólicos, lo que puede causar síntomas como distensión abdominal, diarrea, ruidos intestinales excesivos y dolor abdominal.
2. Sistema respiratorio
El xilitol no se descompone en el organismo y puede circular por el torrente sanguíneo hasta las vías respiratorias, causando inflamación y síntomas de irritación respiratoria, como tos y producción de esputo. Incluso puede desencadenar asma bronquial, por lo que no se recomienda su uso en pacientes con enfermedades respiratorias.
3. Piel
Dado que el xilitol no se absorbe por la piel, no se descompone en el cuerpo humano. Sin embargo, puede irritar la piel y causar síntomas alérgicos como picazón y sarpullido. Por lo tanto, no se recomienda su uso en pacientes con enfermedades cutáneas.
Además, el xilitol puede provocar un aumento de los niveles de colesterol en sangre, lo que aumenta la incidencia de enfermedades cardiovasculares. Por lo tanto, aunque su uso está muy extendido, no se recomienda consumirlo en grandes cantidades.